A punto de cumplirse un mes de los trágicos atentados contra el semanario satírico francés ‘Charlie Hebdo’, nos adentramos en el papel de la universidad española en la formación de los humoristas gráficos.
¿Sería posible que se le concediera el Doctor Honoris Causa a un humorista gráfico? ¿Y que una universidad española creara una cátedra o un grado universitario sobre esta materia? A pesar de que España cuenta con grandes dibujantes y crece el interés por este oficio, la mayoría de los centros de educación superior no cuentan con actividades de divulgación ni formación al respecto.La UAH, pioneraHace 23 años, Juan García estaba cursando los estudios de Biología en la Universidad de Alcalá de Henares (UAH). Tenía tan solo 21 años y no sabía muy bien hasta qué punto iba a estar presente el sentido del humor en su vida.
Hasta que un día, junto a Carmen Garmendia, estudiante de Filosofía y Letras; Santiago Muñoz Bermejo, de Farmacia; Ana Durán Amores, de Biología y César Ubaldo Boyano, de Derecho, todos voluntarios de Extensión Universitaria del centro alcalaíno, presentaron un proyecto para realizar una exposición de humor gráfico al rectorado.
Manuel Gala, en el cargo en ese momento, les espetó: "¿Por qué no planteáis algo más?" "Y aunque nuestra intención inicial solo era esa acabamos montando todo este tinglado", cuenta el propio Juan, actual secretario ejecutivo del Instituto Quevedo del Humor (IQh) de la UAH que desde 2013 promueve cursos de formación, proyectos de investigación, una muestra internacional, diversos premios y está preparando la creación del primer título propio sobre humor gráfico de nuestro país.Un sueño posible"El humor es esencial para el ser humano y es de lo más universal que tenemos. Y el humor gráfico es importante para la comunicación, para la enseñanza, para la medicina, para las relaciones humanas...", explica Juan García.
Esta es una de las razones que ha llevado a la UAH a no colgar la toalla en esta materia durante estas dos décadas y a defender la importancia de no perder el sentido del humor en las aulas.
Su última iniciativa, que pretende aunar todas las actividades que ha desarrollado el centro en torno al humor desde 1992, ha sido la creación en 2013 del Instituto Quevedo del Humor que pretende convertirse en el mayor centro de difusión y de formación de humor, no solo gráfico sino en todos sus géneros, de nuestro país.
Tal es así que en su órgano directivo se encuentran representantes del mundo del humor en todos sus ámbitos, así como asesores en educación, salud, psicología, periodismo, etc. Entre ellos el conocido dibujante Antonio Fraguas de Pablo (Forges), la escritora Elvira Lindo y el cómico Luis Piedrahita.
Una de las novedades y sueños que tiene la UAH de cara a un futuro próximo es la creación de un título universitario sobre humor gráfico. "Está entre nuestros planes la creación de un título propio, no de cuatro años sino como complemento específico para alumnos de historia del arte, de bellas artes, de comunicación audiovisual...", explica el propio Juan García.
Según el responsable del IQh, no existe una carrera específica de humorista gráfico en nuestro país. "La mayoría provienen del ámbito de las Bellas Artes pero también hay autores que son arquitectos, psicólogos, periodistas... e incluso sin carrera universitaria. En España esta formación es muy autodidacta. Sí hay alguna master class, algunos cursos esporádicos o talleres de autor pero no una formación reglada, ni siquiera estructurada al respecto. Sí hay academias de cómic , pero no de humor y mayoritariamente están vinculadas a los ayuntamientos o asociaciones, pero no existen como en América Latina las llamadas escuelas de caricatura". Entre estos centros de formación latinos destacan las escuelas de Carlos Garaycochea o Kappel en Buenos Aires (Argentina) y la Escuela Nacional de Caricatura en de la ciudad de Bogotá en Colombia.¿Censurados en el campus?Ermengol, artista argentino que lleva más de 30 años dibujando viñetas para medios de comunicación en nuestro país, defiende que la ausencia de un título o curso oficial sobre humor gráfico en la universidad es culpa de la propia institución.
"Que el humor se convierta en una materia académica en la universidad es muy difícil. Es muy complicado que un rector acepte la creación de una cátedra de humor y que, por ejemplo, se le confiera el Doctor Honoris Causa a un humorista gráfico. Somos como los frikis del grupo, pero luego te encuentras infinidad de viñetas colgadas en empresas públicas y privadas. Estamos en una cultura en la que se piensa que el humor es muy poco serio", argumenta.
"Hay que trabajar por la dignificación del humor gráfico y de la caricatura, pensamos que es un oficio que no es justamente valorado", continúa. Por esta razón, Ermengol ha creado una escuela de arte en la propia ciudad de Lérida. "Este centro, que es una propuesta personal mía, tiene bastante expectación. La formación está dirigida a gente de todas las edades aunque a los niños más jóvenes lo que no podemos pedirles es que a su edad hagan opinión social y política".A la calle y al tallerDel mismo modo que la escuela de Ermengol, el Instituto Quevedo del Humor de la UAH tiene el reto de no solo llegar a los profesionales sino también a la gente de la calle, por ejemplo, con el impulso de programas como Barrios que ríen, Escuelas que ríen y actividades en los centros penitenciarios Madrid I y Madrid II.
En el mismo sentido se imparten cursos sobre humor como herramienta contra el estrés, en el ámbito de la comunicación y de la salud para estudiantes de todas las especialidades. Y se convoca cada año el premio Quevedos-dos para escolares de centros de Primaria, Secundaria, Bachillerato y Ciclos Formativos de Grado Medio y de Educación de Personas adultas y universidades populares, pertenecientes a la Comunidad de Madrid.
Pero el humor no solo se queda en manos de desconocidos, sino que este centro es un lugar de encuentro y de trabajo de los grandes profesionales del humor gráfico y de sus futuras promesas. Desde sus inicios, uno de los platos estrella de la UAH ha sido la Muestra Internacional de las Artes del Humor, un certamen no competitivo que cada año reúne a los mejores caricaturistas del mundo en la ciudad de Alcalá.
Otro de los retos del IQh es la apuesta por la divulgación sobre humor. Desde hace un par de años por la falta de recursos económicos la idea de crear un museo ha quedado aparcada y la publicación de libros y estudios se ha congelado. "En total contamos con 50 libros publicados. Se suelen ofrecer becas de investigación para que los humoristas conviertan su trabajo en un libro. Ahora con la crisis esto se ha reducido bastante", comenta Juan García.Lecciones con humorEste centro impulsa la investigación sobre humor porque defiende que es una buena herramienta para el aprendizaje, entre otras cosas. Así dan fe de ellos la Universidad de Lérida y la Universidad de Alicante, implicadas en el instituto y de los pocos centros que dan eco al humor gráfico.
Por su parte, el centro catalán cuenta con una asignatura optativa de humor para médicos, para los estudiantes de Medicina en la que interviene un clown, un humorista gráfico (Ermengol), un literato (Amadeo Viana), un médico y profesor (Francesc Abella).
Su objetivo es enseñar a los alumnos a no perder el sentido del humor a la hora de ejercer este oficio. Desde hace un par de años, Ermengol participa como ponente en esta asignatura. "Por una cuestión presupuestaria este año no se ha impartido. El nuevo equipo rector no considera una prioridad el humor", critica el artista argentino.
Por su parte, la Universidad de Alicante presenta cada año una convocatoria de humor social para humoristas gráficos coordinada por el dibujante Enrique Pérez y ha realizado una investigación sobre cómo aprender español con humor.
También desde la Universidad de Granada se ha presentado un estudio de cómo enseñar matemáticas en esta misma clave y la Universidad de Valladolid ha desarrollado un trabajo sobre psicología y humor.
En cuanto a los jóvenes que decidan dedicarse al humor gráfico, no lo tienen nada fácil. En muchas ocasiones este trabajo se complementa con otros para llegar a final de mes. "Solo los humoristas de periódicos regionales y nacionales pueden vivir de ello", puntualiza Juan García. "No puedo garantizar que un caricaturista salga de la escuela y tenga trabajo, pero hoy en día ninguna otra facultad lo puede garantizar aunque el que es bueno, tarde o temprano triunfará", concluye Ermengol.
Lea el reportaje completo en Orbyt.
Hasta que un día, junto a Carmen Garmendia, estudiante de Filosofía y Letras; Santiago Muñoz Bermejo, de Farmacia; Ana Durán Amores, de Biología y César Ubaldo Boyano, de Derecho, todos voluntarios de Extensión Universitaria del centro alcalaíno, presentaron un proyecto para realizar una exposición de humor gráfico al rectorado.
Manuel Gala, en el cargo en ese momento, les espetó: "¿Por qué no planteáis algo más?" "Y aunque nuestra intención inicial solo era esa acabamos montando todo este tinglado", cuenta el propio Juan, actual secretario ejecutivo del Instituto Quevedo del Humor (IQh) de la UAH que desde 2013 promueve cursos de formación, proyectos de investigación, una muestra internacional, diversos premios y está preparando la creación del primer título propio sobre humor gráfico de nuestro país.Un sueño posible"El humor es esencial para el ser humano y es de lo más universal que tenemos. Y el humor gráfico es importante para la comunicación, para la enseñanza, para la medicina, para las relaciones humanas...", explica Juan García.
Esta es una de las razones que ha llevado a la UAH a no colgar la toalla en esta materia durante estas dos décadas y a defender la importancia de no perder el sentido del humor en las aulas.
Su última iniciativa, que pretende aunar todas las actividades que ha desarrollado el centro en torno al humor desde 1992, ha sido la creación en 2013 del Instituto Quevedo del Humor que pretende convertirse en el mayor centro de difusión y de formación de humor, no solo gráfico sino en todos sus géneros, de nuestro país.
Tal es así que en su órgano directivo se encuentran representantes del mundo del humor en todos sus ámbitos, así como asesores en educación, salud, psicología, periodismo, etc. Entre ellos el conocido dibujante Antonio Fraguas de Pablo (Forges), la escritora Elvira Lindo y el cómico Luis Piedrahita.
Una de las novedades y sueños que tiene la UAH de cara a un futuro próximo es la creación de un título universitario sobre humor gráfico. "Está entre nuestros planes la creación de un título propio, no de cuatro años sino como complemento específico para alumnos de historia del arte, de bellas artes, de comunicación audiovisual...", explica el propio Juan García.
Según el responsable del IQh, no existe una carrera específica de humorista gráfico en nuestro país. "La mayoría provienen del ámbito de las Bellas Artes pero también hay autores que son arquitectos, psicólogos, periodistas... e incluso sin carrera universitaria. En España esta formación es muy autodidacta. Sí hay alguna master class, algunos cursos esporádicos o talleres de autor pero no una formación reglada, ni siquiera estructurada al respecto. Sí hay academias de cómic , pero no de humor y mayoritariamente están vinculadas a los ayuntamientos o asociaciones, pero no existen como en América Latina las llamadas escuelas de caricatura". Entre estos centros de formación latinos destacan las escuelas de Carlos Garaycochea o Kappel en Buenos Aires (Argentina) y la Escuela Nacional de Caricatura en de la ciudad de Bogotá en Colombia.¿Censurados en el campus?Ermengol, artista argentino que lleva más de 30 años dibujando viñetas para medios de comunicación en nuestro país, defiende que la ausencia de un título o curso oficial sobre humor gráfico en la universidad es culpa de la propia institución.
"Que el humor se convierta en una materia académica en la universidad es muy difícil. Es muy complicado que un rector acepte la creación de una cátedra de humor y que, por ejemplo, se le confiera el Doctor Honoris Causa a un humorista gráfico. Somos como los frikis del grupo, pero luego te encuentras infinidad de viñetas colgadas en empresas públicas y privadas. Estamos en una cultura en la que se piensa que el humor es muy poco serio", argumenta.
"Hay que trabajar por la dignificación del humor gráfico y de la caricatura, pensamos que es un oficio que no es justamente valorado", continúa. Por esta razón, Ermengol ha creado una escuela de arte en la propia ciudad de Lérida. "Este centro, que es una propuesta personal mía, tiene bastante expectación. La formación está dirigida a gente de todas las edades aunque a los niños más jóvenes lo que no podemos pedirles es que a su edad hagan opinión social y política".A la calle y al tallerDel mismo modo que la escuela de Ermengol, el Instituto Quevedo del Humor de la UAH tiene el reto de no solo llegar a los profesionales sino también a la gente de la calle, por ejemplo, con el impulso de programas como Barrios que ríen, Escuelas que ríen y actividades en los centros penitenciarios Madrid I y Madrid II.
En el mismo sentido se imparten cursos sobre humor como herramienta contra el estrés, en el ámbito de la comunicación y de la salud para estudiantes de todas las especialidades. Y se convoca cada año el premio Quevedos-dos para escolares de centros de Primaria, Secundaria, Bachillerato y Ciclos Formativos de Grado Medio y de Educación de Personas adultas y universidades populares, pertenecientes a la Comunidad de Madrid.
Pero el humor no solo se queda en manos de desconocidos, sino que este centro es un lugar de encuentro y de trabajo de los grandes profesionales del humor gráfico y de sus futuras promesas. Desde sus inicios, uno de los platos estrella de la UAH ha sido la Muestra Internacional de las Artes del Humor, un certamen no competitivo que cada año reúne a los mejores caricaturistas del mundo en la ciudad de Alcalá.
Otro de los retos del IQh es la apuesta por la divulgación sobre humor. Desde hace un par de años por la falta de recursos económicos la idea de crear un museo ha quedado aparcada y la publicación de libros y estudios se ha congelado. "En total contamos con 50 libros publicados. Se suelen ofrecer becas de investigación para que los humoristas conviertan su trabajo en un libro. Ahora con la crisis esto se ha reducido bastante", comenta Juan García.Lecciones con humorEste centro impulsa la investigación sobre humor porque defiende que es una buena herramienta para el aprendizaje, entre otras cosas. Así dan fe de ellos la Universidad de Lérida y la Universidad de Alicante, implicadas en el instituto y de los pocos centros que dan eco al humor gráfico.
Por su parte, el centro catalán cuenta con una asignatura optativa de humor para médicos, para los estudiantes de Medicina en la que interviene un clown, un humorista gráfico (Ermengol), un literato (Amadeo Viana), un médico y profesor (Francesc Abella).
Su objetivo es enseñar a los alumnos a no perder el sentido del humor a la hora de ejercer este oficio. Desde hace un par de años, Ermengol participa como ponente en esta asignatura. "Por una cuestión presupuestaria este año no se ha impartido. El nuevo equipo rector no considera una prioridad el humor", critica el artista argentino.
Por su parte, la Universidad de Alicante presenta cada año una convocatoria de humor social para humoristas gráficos coordinada por el dibujante Enrique Pérez y ha realizado una investigación sobre cómo aprender español con humor.
También desde la Universidad de Granada se ha presentado un estudio de cómo enseñar matemáticas en esta misma clave y la Universidad de Valladolid ha desarrollado un trabajo sobre psicología y humor.
En cuanto a los jóvenes que decidan dedicarse al humor gráfico, no lo tienen nada fácil. En muchas ocasiones este trabajo se complementa con otros para llegar a final de mes. "Solo los humoristas de periódicos regionales y nacionales pueden vivir de ello", puntualiza Juan García. "No puedo garantizar que un caricaturista salga de la escuela y tenga trabajo, pero hoy en día ninguna otra facultad lo puede garantizar aunque el que es bueno, tarde o temprano triunfará", concluye Ermengol.
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