El caricaturista sancionado en Ecuador rectifica pero mantiene su humor
Bonil publica una viñeta en 'El Universo' en la que ironiza sobre la amabilidad de los policías que allanaron la casa del periodista Fernando Villavicencio
El caricaturista Xavier Bonilla (Bonil), primer castigado en virtud de lanueva ley de medios de Ecuador, ha rectificado la viñeta que le costó la sanción, pero con más humor. La nueva caricatura sobre elallanamiento a la casa del periodista y asesor legislativo Fernando Villavicencio, retrata a unos funcionarios de la Fiscalía y la Policía excesivamente amables, incluso aparecen con flores en la mano a la hora de ingresar al domicilio de Villavicencio. “Me llegó la luz y la verdad y gracias a que recuperé la vista pude darme cuenta de que el allanamiento se produjo con todas los preceptos de la ley, y que hubo cordialidad y amabilidad y con esos nuevos elementos hice un nuevo dibujo”, ha dicho un irónico Bonil a El PAÍS y ha añadido que puso en el pie del dibujo lo que oficialmente dice la Fiscalía y la Policía. “No entré en un tema de comillas porque no quería pasar de Xavier Bonilla a Xavier Comillas”.
La viñeta aparece este miércoles en las páginas de opinión del diario El Universo, justo cuando terminaba el plazo de tres días laborables que le había dado la Superintendencia de la Información y la Comunicación para rectificar. Un día antes el Universo también cumplió con su sanción e ingresó en la cuentas de la Superintendencia lo correspondiente al 2% del promedio de su facturación del último trimestre. Esta cifra no ha sido revelada ni por el abogado del periódico ni por el organismo de control.
Los abogados del caricaturista y del periódico han adelantado que impugnarán la resolución de la Superintendencia de la Información. Pedro Valverde, representante de El Universo, ha dicho a EL PAÍS que hará todo para revertir la resolución. “Es una pena que la sanción se tenga que cumplir sin perjuicio de la impugnación y esa es una de las tantas razones por las que esta ley (de comunicación) es inconstitucional, va en contra la Constitución”.
Unas 60 personas, entre periodistas y actores políticos y culturales, han firmado una petición para que la Ley de Comunicación sea derogada por la Corte Constitucional. Su pedido estuvo en espera casi cuatro meses y fue aceptado a trámite el 23 de enero. Sin embargo, la Corte rechazó el pedido que hicieron los firmantes para que la ley no se aplicara hasta que se resolviera el pedido de inconstitucionalidad.
La Superintendencia de la Información y la Comunicación ha empezado su andar con paso firme y hasta la fecha ha procesado 72 casos de vulneración a los derechos a la comunicación. De esas denuncias, 44 ya finalizaron y otras 28 están en trámite. Esta información apareció en el diario público El Telégrafo, pero no hay más detalles de los sancionados. Los pedidos de información hechos por EL PAÍS no han sido atendidos.
César Ricaurte de la Fundación Andina para la Observación Social y el Estudio de Medios se ha aventurado a hacer un balance de la Ley de Comunicación y su órgano de control. "La ley sin lugar a dudas es una herramienta que tiene el poder político ecuatoriano para imponer su verdad, su versión de los hechos e impedir que salga alguna versión crítica e incluso humorística, que cuestione la verdad oficial e incluso mencione casos de corrupción y demás. La ley está concebida para reprimir a los periodistas y a los medios de comunicación y eso es lo que estamos viendo. Se ratifica que es una ley mordaza y los procesos de la Superintendencia de la Información lo indican, pues se llevan procesos irregulares porque esta entidad al mismo tiempo es juez y parte. Vamos a asistir a una avalancha de este tipo de enjuiciamientos, en estos días hay tres avisos nuevos, uno contra el presentador de televisión Alfredo Pinargote, otro contra el medio digital Plan V y otro contra el Diario Extra, por negarse a cambiar un titular. Va a ser imposible el ejercicio de periodismo crítico en el país".
Viñeta de Forges, "El País"
1 comentario:
Veo bien el apoyo de todo tipo de injusticias y los aplaudo pero se nota la hipocresía de la sociedad española que apoya cualquier causa solidaria lejana de sus fronteras pero que se abstiene de volcarse con artistas locales que pasan por motivos similares.
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