Blanca Mendiguren publica en revistarambla.com una interesante entrevista a nuestro compañero Menta. (puede verse íntegra aquí)
MENTA, HUMORISTA GRÁFICO RECONOCIDO A NIVEL        INTERNACIONAL. “IRONÍA, CALIDAD Y MALA LECHE” EN CADA DIBUJO. 
Martes, 09 de Noviembre de        2010 09:23 
Se        llama Luís Mendiguren, pero su nombre artístico es Menta. Toda su vida        gira en torno al mundo del dibujo. Su profesión, humorista gráfico. Y no        uno cualquiera, ya que sus trabajos han sido premiados nacional e        internacionalmente. De padre vasco y madre catalana, es el artista de la        familia. Barcelona es la ciudad que le vio nacer y crecer junto a sus ocho        hermanos, pero ahora es en Alajuela, Costa Rica, donde vive y continúa        haciendo de su pasión su trabajo.
¿Desde pequeño que ya        dibujabas?
Sí. Desde los seis años, como casi todos        los niños. Mi madre tiene debajo de la almohada un álbum de dibujos míos        que hice en el colegio. Debía tener ocho años, y la verdad es que dibujaba        muy bien para mi edad. Modestia aparte.
Eres humorista gráfico, pero ¿por        qué este tipo de dibujo y no otro?
Por vocación, ya que desde pequeño leía        muchos tebeos de humor y tengo que reconocer que para dedicarme a la        pintura no tengo el suficiente talento, además de que la mayoría de los        licenciados en Bellas Artes fracasan y venden menos que mi admirado        Vincent van Gogh cuando estaba vivo. Como decía Joan Miró: “El arte ha        estado prostituido desde la época de las cavernas”.
Explícame, a grandes rasgos, tu        trayectoria profesional como dibujante e ilustrador desde sus        inicios
He ido evolucionando de ser un dibujante        autodidacta a llegar a ser, a base de constancia y de trabajar como un        burro, un humorista que tiene el respeto por su obra y el cariño de sus        compañeros. Empecé como profesional en el semanario La Marxa de Vic, en        donde tenía una página con seis dibujos a la semana. A partir de entonces        pasé a colaborar con distintos medios.
¿En qué periódicos y revistas has        colaborado?
He colaborado en varios, algunos ya        desaparecidos, como por ejemplo los diarios Solidaridad Nacional, El        Correo de Andalucía, El Diario de Ciudad Real, El Correo Catalán, el        Segre, el Diari de Tarragona, El Punt (edición de Tarragona), etc. Y en        semanarios y revistas como Sal y Pimienta, la Guía del Ocio de Sevilla,        Hara Kiri, El Papus, El Jueves, La Veu de Reus, Pronto… Y también con El        Pati, semanario de Valls (en la comarca del Alt Camp), que en la Facultad        de Ciencias de la Comunicación de Bellaterra ponían como un ejemplo del        mejor semanario de todos.
¿Cuál ha sido para ti el mejor        diario o semanario en el que has trabajado?
El Pati. Mi colaboración en este medio duró        trece años y es, a mi  juicio, en donde publiqué mis mejores trabajos        y en donde recibí la mayoría de premios internacionales. Por cierto, fue        mi última colaboración en prensa en España antes de irme a vivir a Costa        Rica.
Te contaré una anécdota, y es que cuando        estaba en La Veu de Reus, Francesc Domènech, uno de los fundadores de El        Pati, me dijo de colaborar para este semanario. Yo al principio les        enviaba los dibujos por correo y a los tres meses fui a Valls a cobrar y        lo primero que me pidieron fue una entrevista, ya que como me contó su        director y gerente, Albert París, la gente de Valls preguntaba que quién        era Menta. Mis dibujos reflejando las noticias llamaban la atención de los        lectores por su ironía, calidad y mala leche. Al principio, me publicaban        el dibujo en la última página, pero al cabo de un tiempo me lo pusieron en        la del editorial.
Actualmente ¿en qué proyectos estás        trabajando?
En preparar material para una exposición        colectiva que se hará en enero de 2011 en Alajuela (Costa Rica) del        colectivo de humoristas gráficos La Zarigüeya, del que formo parte (somos        unos cincuenta miembros). Y en volver a dibujar en ese mismo año, ya que        me tomé éste como sabático, aunque dibujé para tres muestras de humor no        competitivas, ya que soy amigo de los organizadores. Y yo a un amigo no le        fallo.
¿Cuál fue tu primer dibujo        premiado?
La verdad es que no me acuerdo. Tengo la        costumbre de que, una vez premiado, me olvido y sigo dibujando como el        primer día. Uno no se puede dormir en los laureles, hay que olvidarse del        premio y seguir trabajando. Además, perdí mucha información y dibujos que        estaban en una memoria USB, que un incompetente que decía ser informático        me borró. Es por eso que ahora guardo mis trabajos en USB pero también en        varias carpetas de mi ordenador, para más seguridad.
A lo largo de tu trayectoria como        dibujante, ¿cuántos premios has recibido?
En total, cuarenta. Los últimos siete        premios por Costa Rica, debido a que en FECO-España, Federación        Internacional de Humoristas Gráficos de la que formo parte, se presentan a        los certámenes internacionales de quince a veinte compañeros y por La        Zarigüeya sólo nos presentamos Ferri, Roi y yo. Es lo mínimo que puedo        hacer por este país que me ha acogido con cariño y respeto por mi obra        gráfica y mi persona. 
Por cierto, este año me premiaron por unos        dibujos que presenté en diciembre. Son dos honorables menciones, una en        China y la otra en Italia. Aparte de que me llegaron seis catálogos con        dibujos míos que quedaron finalistas en otros certámenes internacionales        de humor.
En palabras de Ché Varona, crítico        de humor gráfico del diario El Mundo en la sede del País Valenciano y        miembro de FECO-España, eres el miembro más premiado de dicha asociación,        ¿qué se siente?
Para mí, lo que dijo Ché Varona en la        Muestra Internacional de Humor Gráfico de Alcalá de Henares fue un        reconocimiento al fruto de tantos años dibujando como un asno, aparte de        una demostración del cariño que tienen por mí tanto mis compañeros de FECO        como mis hermanos de Sudamérica. Y recibo esas palabras con mucha        humildad, ya que con prepotencia no se llega a ningún lado.
Tus dibujos han ganado muchos        premios tanto nacionales como internacionales, ¿alguna vez te han plagiado        alguno?
Sí, me han plagiado varios y yo, en vez de        enfadarme, me alegro de que mis dibujos gusten tanto. No te voy a dar los        nombres de esas personas, porque no soy un chivato. De hecho, solamente he        denunciado a un compañero de Ucrania que ganó un premio y lo        descalificaron.
Formas parte del colectivo de        humoristas de Costa Rica llamado La Zarigüeya y de FECO-España ¿qué hacéis        como grupo?
En enero de 2011 los miembros de La        Zarigüeya haremos una exposición colectiva, pero tengo que decir que no        realizamos prácticamente ninguna actividad. Ninguno publica en periódicos        costarricenses desde hace trece años, pues los editores no quieren        dibujantes de editorial porque somos molestos para sus intereses. En Costa        Rica no hay libertad de expresión. Mis amigos humoristas se dedican a        trabajar como profesores de Bellas Artes, abogados, etc.
En cuanto a FECO-España, es más activa. La        formamos sesenta dibujantes. Organiza muestras de humor, concursos        internacionales… y se presenta a certámenes de humorismo organizados por        muchos países. Y, por último, junto a la FGUA, Fundación General de la        Universidad de Alcalá, realiza cada año una Muestra Internacional de Humor        Gráfico con actividades de todo tipo, como las visitas a colegios, a la        cárcel de Alcalá Meco y a otros centros; y hace la Fiesta de la        Caricatura, cuyos ingresos van a parar a una ONG.
¿Cuál es el dibujo al que más        cariño le tienes?
Cuando empezaba mi carrera como pintamonas        cada Navidad hacía un dibujo de toda la familia. Desgraciadamente, todos        se perdieron salvo uno que tiene mi madre en Barcelona. Es muy divertido y        le tengo mucho cariño, además de otro trabajo que hice de mi madre, cuyo        título es: “Monumento a la madre, de sus agradecidos hijos”. En él, la        reflejo poniendo cara de cabreada y repartiendo el dinero que nos daba        cada semana para nuestros gastos. Piensa que éramos nueve hermanos…
Qué temas son los que más te gusta        reflejar en tus dibujos?
Las injusticias sociales, que son el pan de        cada día en el mundo.
¿Pensaste alguna vez que llegarías        tan lejos? Si quieres que te diga la verdad, no. Pero        el trabajo diario, la constancia, mi adicción y mi amor al dibujo y, sobre        todo, mi humildad han hecho que se cumplan las ilusiones que tenía cuando        no era más que un mocoso que soñaba con ser humorista gráfico.
¿Cuáles son tus intenciones de        futuro respecto al dibujo?
Seguir trabajando, pero no cada día, y        tomármelo con más calma. Prefiero calidad de vida que estar todos los días        trabajando compulsivamente. Me conformo con llegar a fin de mes sin        agobios económicos.
Como dibujante, ¿Qué sería para ti        tocar la cima, lo que más desearías?
Hacer un dibujo reflejando un titular en        portada que saliese en todos los periódicos del mundo y que anunciase que        las guerras han desaparecido de la faz de la Tierra, que todos los        gobiernos han destruido su armamento militar en pro de una paz definitiva,        que se respetan por fin los derechos humanos y, por último, que el hambre        y las enfermedades han sido eliminadas.