CARLOS GOMEZ CARRERA. “BLUFF”.
IN MEMORIAM
Los denominados hoy “humoristas
gráficos” que se sumaron a la defensa de
la República
y que tomaron las armas, fueron pocos, pues la gran mayoría de estos artistas
defendieron la Democracia
con la única “arma” que sabían utilizar; el lápiz, con este
instrumento sabiamente manejado conseguían elevar la moral de los defensores de
la República,
e irritar a los golpistas.
Estos artistas son los que pintaban
carteles, ilustraban libros periódicos,
revistas, cartillas: de higiene, militares,
contra el analfabetismo, etc.
Varios miles de dibujantes fueron los que colaboraron en defensa de la República, y se
enfrentaron a los insurrectos, sufriendo la represión y la ira de los golpistas
ganadores, una vez acabada la contienda.
Hoy
muy lentamente se va descubriendo a estos héroes, grandes en su faceta
de críticos sociales, que levantaban con su lápiz, la moral de un país
destrozado por un ejército insurrecto que tenía como lema: “viva la muerte”,
“muera la cultura” y que ejerció su sentencia con impasividad contra los
vencidos, hasta la defunción de su caudillo, en el año 1.975.
Carlos Gómez Carrera, nace en Madrid el 4 de noviembre de 1903, hijo
de Antero e Isabel. Tenía 27 años cuando es
proclamada la
Segunda República Española, y 32 cuando el ejército se
subleva, dando un golpe militar contra el orden constitucional.
Entre infinidad de publicaciones donde ha colaborado, destacamos: Macaco revista infantil; Gutiérrez, Estampa, Nuevo Mundo, Buen Humor, desarrollando un humor blanco,
galante, fresco, irónico, no comprometido. Es a partir de la llegada de la República cuando vemos
dibujos más arriesgados políticamente, siendo muy virulentos a partir del
alzamiento golpista. “Bluff”, dibuja
para El Liberal, pasando a La
Libertad, donde es el dibujante
“insignia” del representativo diario madrileño, diario republicano propiedad de Juan March, vendiendo la
cabecera tiempo antes del golpe militar, golpe, apoyado por este magnate al que
algunos llamaban el “Alcapone español”. Bluff, trabajó en La
Libertad, hasta la desaparición del mismo
ocurrida en los trágicos bombardeos sobre Madrid entre los días 7 y 10 de
noviembre de 1936 por la aviación de Franco. Carlos, después de la demolición
por las bombas del periódico, se queda
sin trabajo y decide emigrar a Sudamérica, mediante traslado a Valencia, “en Valencia le convencieron para que se quedara” -comenta su
sobrina Rosita-. Bluff, llega a Valencia con su familia
dispuesto a embarcar hacia América latina, y al
poco tiempo es un dibujante muy conocido en la Ciudad del Turia. (Hasta el
punto que en muchos medios, incluso en tesis doctorales, lo han considerado
dibujante Valenciano). En Enero de 1937
se pueden ver sus reivindicativas, viñetas que coincide con el lanzamiento
del diario valenciano (editado por el
Partido Socialista del País Valenciano) Adelante, donde publica
todos los días una viñeta en la portada, posteriormente dibuja
en La Correspondencia de Valencia.
Bluff, es uno de los pilares de la representativa revista La
Traca. Sus
portadas, viñetas e historietas son habituales en la revista, revista muy
popular en la España
republicana, que llega a superar tiradas semanales de más de medio millón de
ejemplares.
Los trabajos de Bluff,
realizados en Valencia, expresan un humor critico contra el fascismo en general, y
particularmente contra los golpistas,
contra la derecha reaccionaría de la República, y en sus
últimos tiempos, cuando ve perdida la guerra, emplea su humor contra las
potencias europeas, democráticas, criticando la pasividad que tienen con
respecto a la
República Española, La
Correspondencia de
Valencia, recoge su último trabajo publicado en libertad el 24 de Marzo de
1939; Bluff, desoye los consejos de
amigos que le recomiendan salga de Valencia, él quiere seguir colaborando con
la causa; su causa, la libertad, la democracia;
seis días más tarde el 1 de Abril comenzaría la tristemente victoria
fascista para los defensores de la República.
Es constante ver en las portadas del
diario Adelante, y más tarde en La
Correspondencia de
Valencia, viñetas ridiculizando a Franco, Mussolini o Hitler, a Gil Robles,
o Lerroux, pero lo más impactante eran sus viñetas en las portadas e interior
de La Traca, donde se realza su dibujo, un
dibujo limpio, ágil, con caricaturas personales originales muy sintéticas, consiguiendo un impacto
visual, digno de la mejor editorial escrita. En definitiva Bluff, consiguió
irritar a sus enemigos mediante sus imágenes. Siempre representaba a Queipo,
ebrio, a Franco, amariposado, Hitler y
Mussolini con las manos manchadas de sangre o entre cadaveres, en definitiva,
Carlos se involucró en la defensa de las libertades haciendo una labor de
guerrillas desmitificando al enemigo con la mejor arma que él manejaba, su
lápiz, que si bien elevaba la moral a los republicanos, irritaba con exceso a
los adversarios. Adversarios que no se lo perdonaron cuando comenzó la post
guerra.
Franco aseguró que: “los que no tengan manchadas
las manos por el asesinato o por el robo, nada tienen que temer de la justicia
nacionalista” Carlos, que
no tenía ningún delito de sangre,
confiando en la promesa que Franco había
difundido una vez ganada la guerra, se quedó en Madrid junto con su familia.
El 28 de abril de 1939, un grupo de falangistas lo detiene
arrancándole de los brazos de su mujer y de su hija. Después de un periplo de
cárceles, es internado en la cárcel
Modelo de Valencia donde es juzgado el 10 de Junio de 1940. Mediante consejo de
guerra es condenado a muerte, 18 días después es ejecutada la sentencia por “Alta traición a la Patria”. En el juicio
junto a él, se encuentran: Vicent
Miquel Carceller, amigo, compañero y director de La Traca, y el joven dibujante José María
Carnicero. Carceller, al igual que Bluff, Carceller, es condenado a muerte,
Carnicero; a cadena perpetua. También se dice que en esos días tan brutales,
estaba con ellos el gran dibujante Modesto
Méndez Álvarez, sabemos que fue
fusilado, pero de momento no hemos encontrado documentación alguna que avale el
fusilamiento en la comunidad valenciana.
El 1 de Abril de 1939, sale de los talleres
franquista, Redención, semanario carcelario de
Instituciones Penitenciarias. Único medio de información al que podían
acceder los presos de todo el territorio
español. Su contenido, estaba especialmente dirigido:
“a impedir que el recluso viva ausente de
la Historia
actual de su Patria, educarle en los principios fundamentales de nuestro
pensamiento, orientarle en la
Obra de Redención de Penas por el Trabajo, y darle honesta
distracción en los ratos de ocio”.
En el poco tiempo que estuvo
publicando sus historietas, es vigilado, y sus trabajos observados con minuciosidad, pues no
comprendían porqué desde que dibujaba en el semanario, había subido
sospechosamente la tirada. De Bluff,
sospechan que está enviando mensajes cifrados mediante sus viñetas.
Las últimas historietas publicadas
en Redención, y por las que fue
condenado, corresponden al 20 y 27 de Abril de 1940; en la primera D. Canuto,
pasea dentro de la cárcel cuando una ráfaga de viento le arranca su sombrero, y
lo desplaza tras una tapia; tras intentar cogerlo se sube a la tapia y ve cómo
donde ha caído el sombrero hay muchísimos más. Descubrir la mentalidad de esos
fascistas con una cantidad de complejos, resulta un tanto imposible. Por esos
días una sombrerería hizo una campaña publicitaria con el eslogan: “los republicanos
no usan sombrero” ¿quizá en esta viñeta pudieron interpretar que los españoles
habían tirado el sombrero para seguir siendo republicanos?,... en la última
historia dibujada para Redención,
representa a dos pescadores sentados el
uno al lado del otro, ambos pescan el mismo pez, enzarzándose en una pelea para
quedarse el “trofeo”.
Sus verdugos que
recelaban de él, ven con su mentalidad inquisitoria, como los dos pescadores
son un requeté y un falangista
disputándose el poder de la nueva España. Esta interpretación de la historieta irritó a los mandos, pues no
podían permitir que se diera a la luz,
las desavenencias que existían entre falangistas y carlistas.
Las dos historietas son decisivas para
inculparle (según sentencia de muerte) por “alta traición a la Patria”. Bluff, es acusado de: “dibujante satánico, que está engañando a la Gloriosa España
Nacional, al dibujar con doble sentido”. Es pues, persona no apta para la
redención. Condenado a muerte, es
ejecutado la noche del 28 de junio de 1940 Le acompañan con el mismo destino: El Terrer Vicent Miquel Carceller, director de La Traca. Isidro Escandell Úbeda, Vicepresidente de la Diputación de Valencia
y director del diario Adelante, Luis
Cisneros Delgado, magistrado de la Audiencia Provincial
de Valencia, y otros compañeros de cárcel.
En el paredón El Terrer, sito en el campo de tiro,
cercano al cementerio de Paterna, provincia de Valencia, fueron ejecutados más de 2.238 republicanos,
(según el historiador D. Vicente Gabarda) una vez “terminada” la guerra civil—
En Enero del 39 Bluff, es visitado por su mujer; María
del Coro, su hijita Olivia, a la que él llama “Marujita,” y su hermana Rosa, y
entre la muchedumbre de la prisión saca fuerzas y le escribe un precioso cuento
infantil ilustrado con acuarelas, y con una dedicatoria terriblemente emotiva
para los que conocemos su trágico final.
En cuanto a su obra, que se haya podido recuperar para el estudio
de las nuevas generaciones es prácticamente insignificante. Su hija, María
Olivia, me cuenta que “Robles Piquer,
“Ras” se quedó con la mayoría de los originales que ella poseía, con la
intención de hacer una exposición en Venezuela, y que dicha exposición no
realizó por la muerte del genial caricaturista, y que cuando se enteraron de la
muerte del insigne dibujante, no pudieron recuperar los originales”, perdiéndose
todos los trabajos que le entregaron. También cuenta su sobrina Rosita, “ cuando su tío iba a ser fusilado, entregó
una maleta con sus trabajos a un compañero de cárcel, para que éste, la hiciese
llegar a sus familiares, pero dicha maleta nunca llegó a su familia, con tan
importante valija”. Presuponen que fue requisada y destruida, el único
paquete que recibió Dª Isabel madre de Carlos, por parte de instituciones
penitenciarias, contenía una corbata, un cinturón, una camisa, y algún dibujo
menor, previamente censurado.
Hoy su hija Olivia, que vive en Nueva York, pregunta:
¿“en España se conoce el trabajo
de mi papá”?
2 comentarios:
Hola, no conocía a este magnifico dibujante, con el permiso de ustedes le abro una ficha en Historietistas Españoles De la A a la Z; para lo que necesitaré alguna imagen y poner su web, si no tienen nada en contra...
muchas gracias.
Pues ahora una persona más lo conoce. Me gustaría poder haber visto ese libro...Una pena que la gente pueda ser tan cruel y descerebrada :(
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